Comunicación no sexista

    Desde mi estancia en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) me he percatado de que la población universitaria mayoritariamente son mujeres, con base en el directorio 2017 de la Universidad. En contraste con esto se observa que no se reconoce dentro del lenguaje coloquial de la Universidad, se habla de "los" alumnos, futuros licenciados, pedagogos, psicólogos, administradores, administrativos, entre otros. Pero, ¿dónde quedan las mujeres?

    Por una educación incluyente

    Podemos recordar la frase “Lo que no se nombra no existe”. Es decir, porque aun siendo una mayor población femenina no se mencionan, por ejemplo, en algunas publicaciones como La gaceta UPN: las alumnas, las pedagogas, las futuras licenciadas; es decir aún se excluye en el lenguaje y la cultura universitaria.

    Pero, ¿de qué manera interviene el lenguaje para incidir o influir en la violencia de género?1 El lenguaje es un sistema de comunicación que tiene la finalidad de consolidar una cultura y las relaciones humanas. La cultura según Bearls y Hoijer (1981) son comportamientos en común los cuales se dan en un proceso social, dichos comportamientos son interiorizados por las comunidades o sociedades, en un proceso educativo (el cual no debe ser necesariamente formal), dicho proceso da a las sociedades pautas de comportamiento, hábitos, valores, al igual que obligaciones.

    Las pautas de comportamiento que nos han sido enseñadas a través de los años y por las generaciones anteriores, códigos que, tal vez, en otra parte del mundo sean ofensivos o simplemente incomprensibles.

    Mario Margulis en La noción de cultura, dice que “la cultura reflejaba lo característico de cada pueblo” (2005, p.16). Por lo tanto, los conceptos, las vivencias, estilos, costumbres y tradiciones, son generadores de culturas convirtiendo a la cultura en una amalgama.

    Un mecanismo que hace que se den estos procesos de culturalización de las sociedades es la lengua o lenguaje, que funciona como un anclaje entre el transmisor de cultura y el receptor, a este anclaje lo llamamos proceso de comunicación.

    La comunicación en este sentido es muy importante ya que como dice Mario Kaplún en su libro Una pedagogía de la comunicación “los seres humanos nos comunicamos para intercambiar informaciones y conocimientos, para analizar una determinada cuestión, para razonar, para pensar juntos. Pero nos comunicamos también para expresar emociones, sentimientos, afectos, esperanzas, ensueños” (1998, p.109). Por lo tanto, la comunicación es muy importante para la transmisión de la cultura generando códigos en común, y así, creamos nuestra identidad.

    Con base en el Instituto Nacional de las Mujeres (2015) Manual de Comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente nuestro lenguaje es representación de la sociedad y la cultura en la que vivimos. Según el estudio Los roles de género de los hombres y las mujeres en el México contemporáneo realizado por Montes de Oca la sociedad es machista, ya que se sigue menospreciando el papel de la mujer. Por ello, es que dentro del lenguaje se tiende a discriminar a las mujeres y hacerlas menos; con expresiones como “eres como niña”, “te comportas como mujer” o la típica “no seas niña” hacen que a las mujeres las consideremos menos que el hombre, incluso, estas expresiones hacen que el hecho de ser mujer sea algo negativo, y así seguimos repitiendo patrones de violencia hacia la mujer.

    Por ello, es importante que modifiquemos nuestros paradigmas sociales en relación con las relaciones comunicativas para en lugar de utilizar un lenguaje androcéntrico o sexista éste sea incluyente y sexista. En México, a pesar de la información anterior, en los últimos años se ha buscado cambiar el lenguaje dentro del marco programático, mediante uno de los programas más incluyentes de la sociedad contemporánea según la Organización de las Naciones Unidas el Programa para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2015-2018). Éste busca que la sociedad mexicana incorpore la perspectiva de género en su lenguaje y de esta manera llegar hacia un lenguaje incluyente y una comunicación no sexista.

    Con base en el Manual de Comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente (2015) del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), para modificar la exclusión de las mujeres, debemos incluirlas dentro de nuestra comunicación, por tanto, una buena manera de hacerlo, es referirnos hacia ellas y ellos dependiendo de la comunidad o personas que se encuentren en el momento. Por ejemplo, dentro de nuestra casa de estudios la UPN podemos empezar a decir las y los alumnos, las y los administradores educativos o las y los psicólogos; también podemos referirnos de manera global, utilizar sustantivos que sean neutros a ellos para evitar ser excluyentes, como por ejemplo: comunidad universitaria, personal de intendencia o población trabajadora como menciona Guadalupe Leticia Rangel Cervantes del Inmujeres:

    El lenguaje no sexista se puede utilizar como herramienta transformadora para mejorar la condición y situación de las mujeres y las niñas. Por ejemplo, el concepto de violencia se ha redefinido para visibilizar y distinguir la violencia contra las mujeres como violencia de género o la palabra feminicidio (2017).

    Con lo anterior no se llegará a la igualdad sustantiva sino posiblemente una cuestión de generalización en el lenguaje e incluso una postura política feminista es hablar en términos de personas no de sexo o sólo referirnos a ellas y que ahora los hombres se sientan incluidos como en la historia no los han hecho creer.
    Como personas formadoras de profesionales de la educación y futuros profesionales de la educación, al igual que como personal de una de las universidades más importantes de México y América Latina es indispensable formarnos con una perspectiva de género para al fin dar el reconocimiento a las mujeres que les ha sido negado por décadas.

    Al respecto la Dirección de Difusión y Extensión Universitaria, específicamente la Subdirección de Comunicación Audiovisual te invitan a consultar los videos del programa de Igualdad de género en la UPN.

     Escrito por José Manuel Hernández Hernández, egresado de la Licenciatura en Pedagogía.

    1  Violencia de género es la violencia impartida hacia las mujeres por el hecho de ser mujer. También se puede dar hacia los hombres, sin embargo, en la sociedad patriarcal en la que se vive es mínima este tipo de violencia. Busca la definición de Joan Vendrell. 

    Referencias

    • Bearls, R y Hoijer, H. (1981). La naturaleza de la cultura, (p.p 115-139) En Introducción a la antropología. México: Editorial Aguilar.
    • Giménez, G. (2005). La cultura como identidad y la identidad como cultura. México: IIS-UNAM
      Instituto Nacional de las Mujeres (2015). Manual de Comunicación no sexista. Hacia un lenguaje incluyente. México: Inmujeres.
    • Kaplún, M. (1998). Una Pedagogía De La Comunicación, El proceso comunicativo: la práctica de la comunicación, (pp.89-131), Madrid: Ediciones de la Torre.
    • Montes de Oca, Y. (2013). Los roles de género de los hombres y las mujeres en el México contemporáneo. UAEMex.
      Schüssler, R. (2007). Género y educación. Perú: Biblioteca Nacional del Perú.

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    • Última Actualización:Viernes 15 Marzo 2024.
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